Confía, dijo un día mi abuelo,
aun que a veces te dañen y con ello te duela,
que si no existe mal de cien años,
tampoco un bruto que no lo devuelva.
Confía, abre los brazos y espera,
algo a traer de bueno,
el cerrar los ojos de cara al cielo,
sin predisponer, sin juzgar,
confiando por el solo hecho de que Dios es bueno,
y por cada nube gris,
nos va guardando para cumplirnos cada uno de los sueños.
La vida es encontrarse me dijo,
y poco a poco irán llegando a ti esos encuentros,
en algún momento que seguramente no esperes,
vendrán a ti las gentes,
y se volverán tus hermanos, tus maestros,
o tu dolor de cabeza constante ,
pero no los rechaces por que hasta aquel que tanto jode,
algo enseña.
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