martes, 24 de mayo de 2011

Historias presenta: Huracán

Huracán
           
Capitulo I

En una negra noche de lluvia T como nombrare al personaje de esta historia por no dañar su integridad, se sinceraba ante la mujer desnuda frente al:

-Jamás pensaría ni en la mas negra de mis pesadillas que esto llegaría a suceder, de haberlo sabido jamás hubiera comenzado, nunca hubiera intentado cruzar esa línea, subir al corcel y aventurarme en esta loca carrera; pues a pesar de ser bella eres peligrosa, peligrosa para mis días presentes y explosiva posiblemente para los días  futuros.
Se que debería alejarme de ti, no seguir probando tu boca y tu agresivo sexo, pero lo cierto es que todo se me olvida cuando entre copas y sabanas pruebo lo mas cercano a tocar el cielo.
Ojala no existieras, ojala nunca hubieras movido mi endeble mundo perfecto....Pero que estoy diciendo, maldito de mi por quererte borrar, maldito el momento en que dude de tenerte, maldito sea....

Ella lo interrumpió con un beso intempestivo, lo atrajo de nuevo a la cama y con demasiada calma, le repitió por cuarta ocasión desde que se conocían, -Si quieres alejarte sabes que puedes hacerlo, yo te he prometido no decir nada, pues aun que en mis manos este tu falso mundo perfecto, se que también tu corazón esta en ellas, y no pretendo dañarte ni hoy ni nunca, vete de mi si crees necesario hacerlo, pero antes hazme el amor, que ya cuando el sol haya salido volveremos a ser los mismos.

El se acerco aun dudoso, la tomo entre sus brazos y le hizo el amor como si fuera un despedida, como deben hacerlo los marinos cuando saben que pasaran meses fuera de casa, con delicadeza, pero con el ímpetu de saber que la distancia les pisa los talones, le hizo el amor convencido de que esa seria su ultima noche juntos.
Le hizo el amor y entrada la madrugada T la dejo tendida y se marcho sigilosamente dejando solo una nota que decía:

Seguirás siendo el huracán que arraso mi vida.
"Qui Amat periculum in illo peribit" 
 Atte T.

A la mañana siguiente T se levanto, se preparo para ir al trabajo y leyendo el periódico matutino sintió que el corazón se comprimía violentamente en su pecho, el encabezado de la nota roja había logrado sacarle  un grito seco que alerto a su esposa, la cual logro llegar a tiempo para evitar que cayera desvanecido por el impacto causado.
Cuando despertó rodeado del doctor, su esposa y su sirvienta, su cabeza seguía siendo un desbarajuste difícil de explicar; no lograba entender que había sucedido la noche de anoche, no lograba aun aterrizar la idea que la mujer con la que había estado una noche antes, aparecía muerta con lujo de violencia. No podía sacar de su cabeza la imagen amarillista que la mostraba medio desnuda, con el mensaje escrito por el en la frente, y peor aun no comprendía que en el rotativo se mencionara que ya contaban con pistas del asesino.

T, abogado de profesión sabia muy bien como se maneja la justicia en estos días, el sabia bien que primero se aprehende luego se investiga, y sabia que cualquier cosa dejada por el podía resultar ser una pista para los "ineptos" como llamaba el, al cuerpo policial de su ciudad.
Por ello todo el día estuvo repitiendo paso a paso lo ocurrido el día del asesinato, atormentándose por recordar algo que pudiera incriminarlo a el, que había sido posiblemente la ultima persona con quien ella había estado.

Y así entre el pensar todo paso a paso y recordar el día que se conocieron transcurrió toda la tarde.

Capitulo II-El comienzo

Era una mañana calurosa para el mes de diciembre cuando T entro al recinto sin voltear a ver a nadie, sabia muy bien sus planes, y no pretendía perder un solo minuto en estupideces banales, expreso sus argumentos ante el juez de manera convincente esperando que fueran tan contundentes como para que antes del medio día el estuviera comiendo tranquilamente con su amada esposa.
T sabia que nada podía hacerlo perder, lo cual lo hacia sentirse orgulloso pues nunca en su corta carrera profesional  había perdido negocio alguno, ni siquiera aquel del violador despiadado que había tenido que defender y que le trajo tanto cierta fama como mucho desprecio por el grupo de moralistas de la ciudad, lo cual nunca lo tuvo  preocupado pues desde el principio había sabido alejar los sentimientos de su carrera; Quizás por eso había adquirido un aspecto duro y amargado, demasiado duro para alguien con apenas treinta años de vida.

En esa mañana todo transcurría según lo planeado, pues entre sus argumentos y la ineptitud del abogado contrario la soga estaba ya aparentemente echada, y digo aparentemente pues todo dio un giro repentino cuando uno de los testigos con su declaración hizo dudar al juez y a los jurados del caso; dicho testigo ni siquiera había sido tomado en cuenta por T, generalmente no lo hacia, no prestaba atención a ningún testigo y este, por ese día al parecer iba a ser la excepción.
Ella, era físicamente olvidable, menuda figura, cabello rizado y desaliñado, de estatura baja y lento caminar, de hecho cuando comenzó a hablar T no pudo mas que reírse por dentro, pues imagino que ella era una anciana en cuerpo de niña.(Sin tan solo supiera que ella pensó lo mismo cuando lo vio entrando al recinto aquella mañana)
Después de que ella hablo, todo cambio en el juicio, y el record perfecto de T estaba ya en el olvido; había perdido su primer caso y todo por un testigo incomodo que había modificado todo sustancialmente, el sintió que se desmoronaba pues como bien, dicen la  derrota nunca es fácil de digerir y la primera de ellas suele ser inolvidable; no fue lo contrario para T quien salio furioso del Juzgado no sin antes maldecir en voz alta la intromisión de esa mujer en su caso. Ya afuera del recinto encendió un cigarrillo, lloro por dentro y subió a su auto lleno de rabia, pidiéndole a Dios no volver a encontrarse con esa "anciana" nunca mas en su vida.
Pero cual seria su mala suerte que al encender su auto no miro que ella salía también del estacionamiento en dirección contraria, provocando un choque que lo dejo a el adolorido y a ella con el auto destrozado; ahora T se sentía apenado por su imprudencia y después de ver que ella se encontraba bien solo atino a decir: 
Vaya mujer, en un día has cambiado tanto mi vida, que pareces un huracán que arraso con mi mundo perfecto.

Capitulo III (Carta de amor a Huracán)

Verte mientras te vistes es lo mas cercano a despegar del suelo, me encanta verte caminar ligera hacia el baño y regresar con un peine como si fuera una espada contra la cual me pelearas una nueva batalla, contigo se me olvida todo, desde lo que soy hasta lo que pretendo tontamente ser, contigo soy lo mas cercano a un suicida, a un kamikaze. Si te contara que mas de una noche me he sorprendido pensando en lo que podría hacer si no existieras, si nunca hubiera existido ese breve instante donde nuestras miradas se cruzaron, y se que lo primero que podría hacer es ser libre, y estar solo, y comerme el aire solo, y reírme estúpidamente de mis propios chistes; pero creo que hasta ahora soy el único prisionero que se siente bien de no estar libre, por que si lo estuviera ten por seguro que en libertad lo que mas haría seria extrañarte.
Así que podría decirse que de verdad amo el espacio que me quitas, amo que mi refrigerador trate llenarse de cosas sanas y amo este descontrol habitual que a mis hábitos encabronan.
A ocho meses de en verdad conocerte, puedo decirte que eres lo mas cercano a Dios, y lo mas cercano a la tentación que provoca el Diablo, eres una duda constante y la mujer mas sexy que conozco desde que te conozco, eres a quien culpo cuando sonrío, y eres la solución cuando los nudos de mis intentos se vuelven totalmente ciegos.
A ocho meses de estar contigo solo el tiempo dirá si valió todo esto, solo después de seguir marcándonos, de seguir dejando huella uno en el otro y de compartirlo todo, sabremos si esto es un problema o una solución.


Mientras T se recuperaba después de desvanecerse, el doctor trataba de tranquilizarse, pues el era quizás el único que sabia de la relación de T con Huracán, lo había descubierto desde aquella ocasión en que T acudió a el por una infección venérea que lo llevo a confesarle todo por miedo a que el como medico de la familia terminara sin querer contando el penoso caso.
Intentaba tranquilizarse por que sabia  que T podría incriminarlo pues en más de una ocasión hizo demostrable su odio o repugnancia por esa destruye hogares como algunas veces la llamo. Quizá por eso ahora no dejaba de pensar en la ocasión que se negó a provocarle un aborto y en aquellas palabras que si bien no tuvieron ninguna repercusión o peso alguno en ese momento, ahora podían volverse una pesada loza.

Recordó haberle dicho: ¡Sino fuera por mí secreto profesional, quizás esa mujer estaría ya fuera de la ciudad o posiblemente sepultada bajo tierra!

        El ulular de unas patrullas acercándose sacaron repentinamente a el medico de su trance, y al mismo tiempo hacían sudar frío a T quien suponía que ya habían dado con el supuesto asesino, que por falta de competitividad y para su mala suerte seria el, pero gracias a Dios y por suerte para ambos todo había sido un susto, una falsa alarma las patrullas pasaron de largo, provocando entre ellos risas nerviosas; después del mal trago T  pidió a su esposa lo dejara solo con el medico y a pesar de que a ella no le pareció en lo mas mínimo salio del lugar cerrando a su paso las pesadas puertas que para su desgracia no dejaban pasar ruido alguno por el cual escuchar la conversación entre los dos personajes.

Después de un pequeño silencio, T comenzó a hablar en tono recriminante :  Tu la mataste, nunca la quisiste, nunca entendiste que ella trajo de nuevo la vida a mi, que me regreso la fe perdida y que a pesar de todo hubiera querido tener ese hijo que no ayudaste a abortar según tu para no seguir siendo cómplice de nuestro juego infantil; ¿Nunca te cuestionaste lo que eso significo para mi, la luz que ese embarazo trajo a mis días, la esperanza con la que lleno mi gris mundo?¿Acaso no notaste que mi mundo perfecto era todo de falsedad, de felicidad y perfección en las reuniones, pero hecho un infierno tras cerrar las puertas? ¿Sabias tu que mi esposa, si, esa que conoces desde la infancia al igual que a mi, tiene meses enteros negándose a que la toque, a que siquiera compartamos lecho?

No, ni me interesa ahora saberlo-interrumpió el medico- y no me interesa por que soy tu amigo y claro que había notado que esa mujer trajo a ti la alegría; pero nunca dejare de recriminarte tu falta de valor para enfrentar las cosas, si ya no eras feliz tendrías que haberlo dicho de frente, pero no, el señor Abogado tenia que guardar su nombre, su estupido prestigio y el poder seguir en portadas de revistas sociales y periódicos de la zona; ¿ Y dime ahora donde queda todo eso, donde queda todo cuando la nota principal es la mujer muerta, que según tanto amas, pero que eso si, nunca te atreviste a darle el lugar que merecía? y todo por cobarde, por que eso has sido toda tu vida, un cobarde con traje de valiente?
Y quiero que te quede claro amigo mío, que si en alguna ocasión dije algo de ella o si mis palabras sonaron amenazantes, fue por el arrebato del momento, por que al principio no entendía como engañabas a una mujer que yo suponía hasta antes de tus palabras como maravillosa, pero a ti te consta que después de las primeras veces nunca mas volví a decir u  ofender a la mujer que amas.

T se quedo pasmado después de esa palabra final, pues aun que le argumento expresado por su amigo era mas que convincente, gracias a su carrera había aprendido una regla básica: Dudar de todo y de todos hasta esclarecer los hechos; así que por ahora aun que no dijo nada, el Medico seguiría siendo su principal sospechoso.


Sentado en un pulcro escritorio del departamento policial el comandante Torres cavilaba sobre el caso que hace algunas horas había atraído, sabia que no seria fácil dar con el responsable o los responsables pues un cincuenta por ciento de sus problemas vendrían por las trabas que su mismo departamento pondría y el otro cincuenta por ciento tenia que ver con la minima cantidad de pruebas e indicios con los que hasta ahora contaba. Torres nunca había encajado en el departamento policial, pues su sentido de justicia y ayuda no tenia nada que ver con el monstruo de corrupción que envolvía en esos tiempos al sistema judicial; múltiples fueron las ocasiones donde encontró enemigos en sus compañeros tras haberlos denunciado por sobornos o "diferentes criterios" para resolver situaciones.
Torres  era el modelo utópico del policía; responsable, humanitario, justo y entregado, pero su único defecto ere ese marcado temor al fracaso, mismo que fue llevado a obsesionarse con la perfección y con la pulcritud, en muchas ocasiones se le vio iracundo ya fuera por notar en su escritorio algo fuera de lugar o ya fuera debido a la mala broma de colocarle restos de comida en su silla o entre sus papeles solo para ver como se desgañitaba en gritos.
"Hierro" como le nombraba su superior podía pasar noches enteras sin dormir por no poder resolver situaciones, le gustaba como el decía:
"Sacrificar su sangre, para que no se derrame la de otros".Quizás por eso su mujer lo había dejado una tarde, quizás por eso se había vuelto tan retraído, quizás y por eso y por la maldita mano del destino le habían asignado el caso de la mujer asesinada una noche antes; la del amante latín como los medios tontamente habían nombrado.
Cuando hierro llego a la escena del crimen, no pudo menos que estremecerse, pues en sus ya diez años de policía, no había visto tal saña hacia alguien, ni siquiera en aquel caso del violador que a la larga se volvió un fenómeno mediático por la incesante lucha entre sus argumentos contra los de el defensor del criminal.
La mujer yacía en una posición que no sabia si definir como bizarra o como aterradora; desnuda, con las piernas totalmente abiertas sangraba con un hilo fino pero constante del aparato reproductor, le habían hecho cortes en los pechos y glúteos, la habían golpeado aparentemente con un objeto contundente en lo que en vida debió ser un fino rostro y para darle el toque maligno habían colocado una nota en su frente.
Torres  se sorprendió  por la "obra" tan bien llevada acabo  y en el nació la ira y el compromiso por encontrar al responsable  o responsables de tan cobarde acto.
Busco con los forenses la mayor cantidad de pruebas o indicios pero todo parecía planeado por un profesional, pues de los objetos usados para el crimen no lograron encontrar ni uno solo, tampoco huellas, o rastros de una posible batalla entre la mujer y el asesino; solo contaban con la nota escrita de puño y letra y un par de mancuernillas que bien hubieran podido haber sido dejadas allí estratégicamente.

         Al día siguiente, y mientras Torres seguía sumido en sus pensamientos, una llamada lo saco de ellos; los forenses pedían que acudiera con prontitud al anfiteatro, pues habían descubierto algo que lo sorprendería aun más.
Cuando Hierro llego los forenses explicaron con detenimiento lo que habían encontrado. Al abrir el cuerpo de la mujer, se dieron cuenta que la matriz había sido extraída de manera tal que tuviera que desangrarse poco a poco sin morir en el instante, profiriendo así una agonía lenta y por demás terrible.
Al ver esto, el comandante supo que sus sospechas empezaban a tomar fuerza, pues debido a su experiencia había aprendido que los homicidios que involucran tanto ensañamiento, generalmente involucran  emociones del corazón  y cuando eso sucede el amor nos conduce a perder el poco razonamiento que nos diferencia de los animales salvajes.

Capitulo VI

Hierro dudo sobre la llamada que estaba a punto de realizar, la hora no era la apropiada y además sabia el resultado que obtendría; ya lo había intentado a diversas horas en diversos días y por diferentes medios, pero la respuesta siempre había sido negativa. Así que se armo de valor tomo el teléfono y espero escuchar algo que no fuera silencio, del otro lado de la línea.
     -Bueno, que es lo que quieres, interpelo la voz femenina del otro lado, ya te he dicho que nada de lo que digas me interesa.

Solo quiero platicar contigo, expresarte lo que siento decirte que.....

Otra vez con lo mismo -Interrumpió la voz- Que no entiendes que yo no puedo, que yo no quiero......

Después de un silencio prolongado y dos o tres sollozos silenciosos por parte de Hierro, tomo valor y dijo:

"Puedo dejar que mi sombra me trague entre cada suspiro, puedo decirte que extrañarte es la mejor forma de olvidarte, y que esta esperanza pagana es lo único que me mantiene con una sonrisa falsa cada llegada del alba, se que nunca fui el mejor marido, ni el mejor padre o el mejor amigo, pero después de todo se que te sigo amando, sigo esperando tener una "maquina del tiempo" para regresar a los días primeros cuando mis miedos no dormían conmigo, cuando soñaba con únicamente salvar tu mundo, cuando tu me amabas con una cordura que volvería loco a todos los demás"

La respuesta fue la misma......Un sordo telefonazo que daba por terminada la llamada. 

Su ahora ex-mujer, no hacia a simple vista, ninguna conexión con un tipo como Torres, pues ella era abierta e informal, reía a carcajadas cuando algo se lo provocaba y gustaba de dar pequeños empujones a quien estuviera cerca cuando eso sucedía, amaba la música, el arte, las mañanas soleadas y a los niños; y Torres casi todo lo contrario, tal vez lo único que tenia en común con el era ese odio hacia las injusticias sociales y el gusto por las mañanas soleadas, pues el ahora comandante decía que cuando la mañana amanecía nublada el día tendría desgracias por delante;
Torres y  ella se conocieron cuando ambos participaban en una huelga de hambre frente al palacio de la ciudad, ella como participante férrea de la huelga, y el, como un medio aprobatorio para la materia de aquel loco socialista que tuvo por maestro en la preparatoria. La conexión entre ambos fue inmediata, fue, lo que puede llamarse un amor a primera vista y a pesar de que ella lo definía a el como un pobre muchacho sin lengua y que para el ella era un periquillo parlante, comenzaron a salir so pretexto de hablar de como "componer" el mundo con utopías que solo los jóvenes soñadores tienen. Y fue así sin pensarlo que se hicieron novios, y fue así, como se volvieron marido y mujer; intentado ser felices con lo poco que el ganaba y lo mínimo que ella lograba aportar de quien sabe donde, vivían de manera tranquila en un pequeño apartamento de la zona media-baja, pero el siempre tenia la opresión de sentir que tenia que darle mas a su familia, buscando siempre desesperadamente algo que los sacara de la inmundicia como solía decirle entre dientes a ella.
Fue así y gracias a un amigo que comenzó a trabajar como policía en la comandancia local, logrando en poco tiempo convertirse en el comandante de la misma, siendo el principio de su éxito social así como también de los problemas con su pareja, que a la larga terminaron llevándolos a separarse irremediablemente.
Y es que si bien ella aplaudió al principio el nuevo empleo jamás pensó que Torres llegara a obsesionarse tanto con esa sed de justicia, llegando al grado de olvidarse por días enteros de visitar su casa o prestarle más importancia a resolver ciertos casos que el recordar fechas como su aniversario de bodas o la noticia del primer embarazo de ella.
Por eso la respuesta siempre era negativa, por eso siempre había telefonazos crueles y peticiones para que ya no insistiera en volver, pues después de todo ella ya no confiaba en que el volviera a ser le hombre tímido pero encantador que alguna vez conoció.

Sin duda esta era la más desencarnada batalla que tendría que enfrentar el comandante al intentar recuperar a la única mujer que le había hecho sentir algo.


Capitulo VII
Parte I
Hay personas que mienten por costumbre, otras tantas que mienten por amor, por salvar o bien por crear una relación, los hay que mienten en los negocios consiguiendo con ello sumas importantes para sus arcas y hay los que mienten para salir de un aprieto; dentro de todos esos tipos de mentirosos había estado mas de alguna vez T,  excepto en el caso de los que mienten para liberarse de algún problema, pues siempre había sabido muy bien librarse de ellos con tranquilidad y elegancia.
Pero por ahora y dada la situación que prevalecía, las aguas no estaban como para salir avante del huracán que parecía avecinársele; llevaba ya días nervioso, sin poder dormir y fácilmente alterable, había descuidado su aspecto y no le preocupaba en lo mas mínimo el acercarse a su oficina ya que había delegado a viejos socios sus negocios mas nuevos y sus litigios largos no le preocupaban pues se encontraban aun en proceso.
T parecía ser otro no quería contestar llamadas y había dado ordenes estrictas sobres las horas en que tenia que ser dejado el desayuno, el periódico, la comida y la cena en la puerta del estudio, había pedido a su mujer que alejara durante todo el día a los niños del lugar, so pretexto de estudiar un caso bastante delicado, saliendo solo para llevar acabo su necesidades, bañarse y asomarse sigilosamente por una de las ventanas que daban hacia la calle, como si estuviera escondiéndose de algo.
Al quinto día de su encierro y con la preocupación estallando, su esposa decidió hablarle al medico para pedirle de favor  intentara hablar con el y así también tranquilizar a todos los que creían que se había vuelto loco.
El cuadro que encontró el doctor era lo mas parecido a lo que había imaginado, un T sucio dentro de un estudio sucio y desordenado con un montón de recortes de periódico tirados en el suelo, otros tantos pegados cronológicamente en un pintarron, platos de comida sin tocar, botellas de alcohol vacías  y una gran cantidad de colillas de cigarro tiradas por lo ancho del estudio.

         ¿Que sucede contigo? increpo el medico- Acaso crees que estando  así solucionaras algo, lo único que estas consiguiendo es levantar sospechas entre tu familia, sospechas pero de locura, ¿a donde quieres llegar con todo esto?
Que te importa -contesto T- a donde quiera llegar es mi problema, solo yo se como me siento después de todo esto que ha pasado, solo yo se lo que ella generaba en mi, lo que significa su muerte y el hecho de ser el presunto asesino.
Un momento-dijo el medico- ni presunto ni asesino, pues los medios aun no mencionan nada, así que no pretendas ahogarte en un vaso de agua, que tu no hiciste nada que no fuera amarla; tu único error fue hacer cosas buenas que parecen malas, solo eso, y olvidar estúpidamente esas mancuernillas que gracias a Dios parece improbable sean capaces de incriminarte.
¿Por que pueden decir dos iniciales en un pedazo de metal?
T pareció calmado por un momento, como si las palabras de su amigo lo hubieran tranquilizado un poco; pero solo fue un instante, pues repentinamente tomo del brazo al medico y lo arrastro literalmente al pintarron que contenía los recortes.

Ve esto, velo con calma y dime si esto no es obra de un profesional, de alguien que sabía bien que con ello le causaría un dolor terrible, una agonía dolorosa y denigrante-Pregunto T.
Ya lo había visto, contesto el medico con cierta frivolidad- y si, todo esto no pudo ser mas que  obra de un profesional o de alguien con mucho despecho, ¿Esa mujer no tenia conflictos con alguien, algún antiguo amor acaso?
No, para nada, contesto al instante T-  ella era mas bien lo que puede decirse una amiga del mundo y su única ex pareja no volvió a molestarla después de una pequeña visita que le hicieron algunos viejos clientes míos.
Su único enemigo fui yo por unos días, pero enamorarse de ella me resulto mas fácil que estar ante un jurado de cien personas convencidas de que mi cliente era el asesino, y vaya que de eso se muy bien. - Y T se hecho a reír de manera sonora-
Hacia tantos días que no lo hacia que su risa resonó por la casa de una manera malévola que termino haciendo sentir un escalofrío raro a los presentes.
Sonrío, prendió un cigarro, tomo su botella de vino y le dijo al medico: Estoy cansado de todo esto, creo que debo bañarme, dormir e ir mañana a tomar de nuevo las riendas de mi vida perfecta.

Solo quiero saber una cosa-dijo el medico- ¿No tuviste nada que ver en ese asesinato, pues tu actitud me parece demasiado sospechoso,  y nadie mejor que yo sabia de tu relación con esa mujer?
T se quedo frío como un hielo y después rompió de nuevo en carcajadas para terminar diciendo, en caso de querer matar a alguien mataba a mi mujer y no a la persona que amo y amare aun que ahora este tres metros bajo tierra; no seas absurdo y por favor ya ve a decirle a la familia que lo mío solo era estrés laboral o alguna de esas patrañas por las que siempre cobras muy bien.
El medico salio del estudio con la duda rondándolo, pues esas palabras finales por parte de T habían sonado sinceras, tanto las que hablaban de matar a su mujer, como las del amor que le profería a Huracán y en estos momentos habiendo visto el estado de T, sabia que si bien todo podría ser cierto  o también  solamente pudiera ser como un chiste mal contado.

En cuanto el medico salio del estudio T pareció recobrar la vida, quito los papeles del pintaron así como los que estaban en el suelo, limpio un poco, recogió platos y abrió la ventana para que el olor a nicotina abandonara el espacio y finalmente escribió en el pintarron:

 ¡Fase 2: Esto no es tranquilidad, solo estamos en el ojo del huracán!


Parte II
Al día siguiente T entro a su oficina radiante y tranquilo, dentro de su mente estaba dispuesto a sacarse la imagen de Huracán como aparecía en los periódicos pues sabia que aun que pasaría muchas noches en vela gracias a ello, era mejor comenzar a recordar solo lo bueno que vivió a su lado, además su esquizofrenia por creer que el cuerpo policial llegaría en cualquier momento ya había pasado, y por ahora solo le causaba risa pensar en esa actitud de los días anteriores, actitud que solo le había hecho levantar sospechas en su amigo el medico, lo cual no era para nada bueno, pues dentro de todo el era su único aliado, el único en el que después de todo y de todos podía confiar ciegamente, no por nada su amistad había soportado tantas pruebas, tantas discusiones absurdas y malos entendidos, por eso estaba convencido que debía levantar el teléfono, marcar su numero y por fin terminar ese juego tonto de incriminaciones en el pequeño bar que hacia meses no pisaban.

Hola maldito matasanos - dijo después de haber marcado- Espero y el mal curar a tus pacientes te de un poco de tiempo para vernos mas tarde, creo que tenemos bastante que contarnos  ¿O me equivoco?
Mjmm, pues no, no te equivocas - dijo el medico en tono nervioso - Solo que sucede que hoy tengo una paciente demasiado delicada y requiere mi atención por toda la tarde. Quizás mañana podremos vernos, espera mi llamado para acordar la hora, hasta luego.
El medico colgó el teléfono sin darle tiempo de decir nada a T, quien noto desde el principio y en tan pocas palabras un nerviosismo extraño que para su impaciencia, no podría despejar hasta el día siguiente.
Menudo Loco, atendiendo personas y el que ocupa un loquero es el -dijo T entre risas- esperare a mañana para cuestionar sus extraños métodos para despedirse.
Después de eso T se sentó toda la tarde a trabajar en los pendientes y ya entrada la noche partió hacia su casa, encontrándose de nuevo con que cenaría solo con la servidumbre, pues su esposa según le habían dicho, había salido casi detrás de  el, y desde ese entonces no había vuelto ni siquiera para recoger a los niños, los cuales dormían apaciblemente ya desde hacia largo rato así que después de cenar, T subió a su alcoba los beso tiernamente y deseo con todas sus fuerzas el poder ser niño de nuevo para que su única preocupación en la vida fuera el correr mas rápido o saber montar bicicleta sin las manos.

Ojala todo fuera tan fácil-pensó- y se fue a dormir sin pensar en esperar a su esposa.

Parte III

No era la primer ocasión que T despertaba y no encontraba a su mujer a su lado, hacia meses que ella había comenzado clases de arte por la mañana y sesiones de danza por las tardes, así que era normal que el desayuno, la comida y la cena la hicieran por separado, ella en compañía de sus hijos y el en compañía del jardinero o cualquier persona de la servidumbre, de hecho de manera cómica el solía mencionar que hablaba mas con ellos que con Sofía, pero ese día después de notar su ausencia sintió que la sangre le hervía, pues al entrar al cuarto que antes fuera de los dos, noto que ella no había llegado a dormir, era la primer vez que eso sucedía y estaba seguro que no lo permitiría nunca mas, marco furioso a sus dos números personales sin obtener respuesta, contacto a varias de las amigas que le conocía para saber si por alguna razón estaba con alguna y se dio cuenta solo para incrementar su enojo que no había estado con ninguna de ellas

Capitulo VIII

Cuándo entro a la comandancia los hicieron pasar a un cuarto que el ya conocía muy bien, espacio de tres por tres, media luz, una sola silla, y caliente como el peor de los desiertos, había estado allí muchas veces  ya sea para obtener una confesión, inventarla o algunas otras para evitarla,  y sabia bien que el siguiente paso a seguir seria estar sentado, con manos y pies atados, esperando que dos oficiales llegaran y a punta de golpes hacerle memorizar lo que seria su declaración de culpabilidad ante el homicidio; después vendría el circo de medios y el tendría que decirles solo algunas cosas, para que después entrara algún comandantucho a vanagloriarse del éxito obtenido pues sabia bien que en un país podrido como el suyo esas cosas eran el pan de cada día; durante cuarenta minutos T permaneció solo en el cuarto, como si quisieran volverlo loco con la ansiedad de la espera, le habían negado la llamada y le advirtieron que si insistía pasarían toda la noche "calentándolo" para que no pasara frió, así que tuvo que conformarse con creer que tanto su mujer como su mejor amigo ya estarían afuera esperando respuestas.
Cuando T se encontraba mas nervioso se abrió la puerta y con pasos tranquilos entro su primer sorpresa de la noche, el comandante Torres se sentó sin saludar, se quedo mirando fijamente a los ojos de T, sonrió en señal de victoria y le dijo, esta vez parece ser que no habrá quien lo salve, que irónica es la vida, usted que durante tanto tiempo a defendido a los mas cruentos malhechores, defraudadores o gente pudiente de la ciudad, ahora se encuentra solo;
¿Solo? cuestiono T- ¿A caso nadie se a acercado a ver que sucede conmigo?
Torres sonrió de nuevo, negó con la cabeza y  dijo, creo que estamos otra vez usted y yo únicamente, frente a frente, y como ya le dije, parece que de esta no saldrá bien librado y mas vale que tenga una buena coartada que contarme.
Primero que nada quiero que sepa, que es usted un asesino muy inteligente, pocas pruebas, con una limpieza sobresaliente y con un total desprecio por el dolor ajeno, quien lo hubiera pensado de usted "eminente" señor abogado-dijo Hierro con cierto aire de burla.
Antes que nada-respondió el medico con tono tranquilo- no puede llamarme asesino, a estas horas aquí, ustedes no me han mostrado nada que me inculpe, ni mucho menos he estado en un juicio donde un juez me declare como tal cosa, así que hasta ahora, todo son suposiciones de un "súper" policía que tiene viejas rencillas conmigo, y que pudiera prestarse por lo tanto para acusarme de algo que no lleve a cabo, ¿ O si súper hierro? finalizando su argumento de  la misma forma sarcástica.
Hierro, impulsivo como aquella vieja ocasión, lo tomo del cuello, lo hizo arrastrar hacia el y gritándole cara a cara dijo: mira abogadito, yo si quiero fabrico las pruebas, te hago firmar confesiones, te parto la cara en dos y gracias al podrido sistema sigo quedando como el bueno de la historia, a mi  lo que diga un juez me importa un comino, hace años era inexperto en como meter mis manos a la mierda, por eso triunfaste ante mi, pero ahora no y puedo hacer que te refundan en la cárcel; pero sabes que, no lo necesito, tienes el agua en el cuello y te va subiendo lentamente, así que de nada servirá que yo abra mas el grifo
El comandante y  el abogado se habían conocido años atrás cuando T tomo el caso del violador de menores que hierro pretendía refundir en la cárcel, había sido una batalla desencarnada por parte de cada uno, pero al final el abogado había quien sabe bajo que recursos sacar libre de culpa a su cliente, lo cual provoco una rivalidad entre el comandante y el abogado, que no termino hasta que hierro fue suspendido unos días por amenazas y uso excesivo del poder hacia un civil, ya que se había ido a los golpes con T, logrando entre jalones solo poder quedarse con jirones de la  camisa del abogado, jirones que nunca entendió por que había conservado, pero que después de tanto tiempo parecían haberle servido de mucho.
    
En las 72 horas siguientes, T permaneció en la comandancia, y sabia muy bien que después de ese tiempo cumplido, solo había dos opciones, salir libre por falta de pruebas, o ser llevado a un reclusorio para allí esperar su juicio, pero eso le preocupaba poco en comparación con el hecho de saber que pasados tres días, nadie se había acercado a saber su situación, ni su esposa ni el medico se habían aparecido, lo cual podía entender de su Sofía, pero no de su entrañable amigo, pues se suponía que ya los medios habían causado un alboroto con su captura, y por lo tanto debía haberse enterado ya por cualquier medio de la situación apremiante que nublaba el futuro del abogado.
Le aterraba y molestaba el hecho de tener que enfrentar las cosas el solo, señalarse como su propio defensor y armar una declaración convincente, sabia bien que ya no podría esconder nada  y tendría que sacar a la luz la relación que mantuvo con huracán, aun que eso terminara por derrumbar su imagen, así que por si las dudas comenzó a repasar paso a paso y  día a día desde que conoció a huracán, para que así, por medio de datos cronológicos demostrar que el no podía ser el asesino de la mujer que amaba, no seria cosa sencilla, pues aun que en el juicio el tratara demostrar su inocencia estaba casi seguro que los cuerpos policiales y sobre todo Hierro harían hasta lo imposible por encontrar cualquier detalle que lo inculpara.

Mientras T se encontraba meditando sobre los pasos a seguir, llegaron a su celda dos policías con la orden de llevarlo al reclusorio del palmerito, pues después de la investigación hecha por el ministerio publico se habían encontrado pruebas contundentes que solo un juez podría desmenuzar en un juicio; el mundo de T sintió tambalearse, ya que dentro de todo seguía esperanzado en que el sistema fuera de verdad justo y se diera cuenta que el no tenia nada que ver con el homicidio, situación que no ocurrió y que estaba a punto de sellar el destino del abogado.
Al salir rumbo al reclusorio, un mar de periodistas amarillistas esperaban afuera de la comandancia, trataban de lograr la mejor nota, haciendo preguntas que enfurecían e indignaban al abogado y de no haber sido por que iba custodiado de policías, se hubiera abalanzado sobre todo es cúmulo de cámaras y micrófonos, fue allí que una escena fugaz lo dejo perplejo, entre algunos periodistas creyó ver a su esposa y al medico juntos los vio tranquilos y sin intención de acercarse a el, los vio con la actitud de aquel que solo espía una situación por encargo o por comprobar si realmente están sucediendo las cosas. Pero ha como estaban las cosas, no le quedo más que seguir dudando, pues no confiaba en sus sentidos perturbados por la impresión de saberse acusado formalmente de un asesinato.
Capitulo IX
Parte I
La esperanza de T parecía desvanecerse poco a poco, habían pasado ya seis días desde que lo llevaron al reclusorio, estaba física y mentalmente destrozado pero no por maltratos o golpes pues desde el principio había notado cierta protección por parte de los trabajadores del penal, su cansancio se debía a su falta de apetito, a su falta de deseos por el aseo personal y a la constante depresión por no saber cual seria su destino, pues a pesar de que no se le había negado nada de papeleo o pruebas sobre su caso, sabia bien que todo pintaba para inculparlo y que solo con una gran coartada podría salir bien librado.
El asesino real, había planeado todo con detalle, con tiempo y con la suficiente inteligencia para saber sembrar las pruebas necesarias que no dejaran lugar a dudas sobre la culpabilidad del abogado. Primero que nada dedujo que quien lo hizo lo conocía bien, sabía perfectamente que su relación con  Huracán era de amasiato, había identificado las horas exactas de los encuentros entre uno y otro y parecía saber de los detalles o mensajes que el había tenido para con la mujer. Le intrigaba la saña con la que la habían asesinado, como si con ello supieran que no solo lograrían cortarle la vida a ella, sino también alcanzarían a destrozar la suya.
En segundo lugar sabia que una parte que no podía olvidar en todo esto era al comandante Torres y una posible venganza después de tantos años, pues no podía descartar que en su mente loca pudiera estar aplicando el viejo dicho que dicta que la venganza es un plato que se debe comer frió, ya que después de todo el sabia bien que la primer gran derrota de Torres había sido ante el, pero sobre todo sabia que lo que mas rencores había sembrado en Hierro, era el hecho de haber llevado a cabo los tramites para la separación de la mujer de el comandante hace algunos años.
T siempre había dicho que no tenía por que tener remordimientos, pues todo era simplemente parte de su trabajo; nunca había tenido que arrepentirse hasta ahora, cuando Hierro pudiera estar diciendo lo mismo mientras lo hundía poco a poco.

Parte II

Durante todos los días en el reclusorio, ni el medico ni la esposa de T se habían acercado, parte de el abogado estaba ya resignada al hecho de encontrarse solo, así que sabría que su camino ante la primer audiencia con el juez la haría acompañado solamente de los policías, así que se apresuro para llevar a cabo un desayuno ligeramente, preparo los argumentos que habría de presentar al juez, alisto a los testigos que se habían ofrecido a declarar a su favor, se mentalizo como cuando tendría un caso complicado y justo cuando se amarraba los cintas de los zapatos, llegaron dos policías con la orden de conducirlo al vehiculo que lo llevaría ante el juez.
El trayecto hacia la audiencia transcurrió de manera tranquila y amena, pues los patrulleros resultaron ser bastante agradables, contándole chascarrillos y haciendo bromas leves sobre su supuesto asesinato, hasta uno de ellos se había atrevido a decir que era imposible que lo creyeran el asesino, cuando se veía que alguien con esa figura no seria capaz ni de matar una mosca.
T sonrió ligeramente y se quedo callado la parte restante del trayecto.
Al llegar T a la sala, los policías que lo acompañaban tuvieron que abrirse paso a empellones entre un mar de medios que querían obtener alguna declaración relevante, ya adentro le quitaron las esposas le dijeron donde debía sentarse y mientras esperaba al juez pudo notar que en el fondo del recinto estaba su amigo el medico, el abogado no supo si tranquilizarse o enfurecerse, estaba confundido y  no entendía por que hasta ahora hacia su aparición, así que decidió increparlo, pero antes de que pudiera hacerlo el medico abandono la sala sin decir una palabra.

Parte III
Después de que el Juez llego todo estuvo prácticamente perdido para el abogado, cada prueba era contundente, cada muestra tomada por el forense lo inculpaba, sus testigos fueron ineficaces y en ciertos momentos de nerviosismo hasta torpes, la trampa estaba tendida y por mas argumentos que presento, no pudo ni minimamente convencer al jurado, sus huellas eran las únicas en el cuerpo de huracán, su letra coincidía con la de la nota dejada junto al cuerpo y tras una investigación por parte del ministerio publico habían descubierto que las mancuernillas dejadas en la escena del crimen eran idénticas a las iniciales y a el logo utilizado en cada documento que tuviera que ver con T, además y por si fuera poco Torres saco a relucir aquella vieja rencilla entre la mujer y el abogado después de que esta formo parte de los testigos que lo hicieron perder su primer negocio y aun que el abogado pidió al juez que dicha prueba fuera rechazada por que torres no era imparcial debido a las viejas rencillas que ambos tenían de nada sirvió, pues las demás pruebas lo hacían el único culpable.
El abogado había sido condenado, ahora si ante la justicia era formalmente un asesino.




Capitulo X (final)
T lloro después de escuchar el veredicto y entre sollozos elaboro este pequeño monologo:
"A todos aquellos que hoy estaban pendientes de este caso, a los sensacionalistas, a los amarillistas, a los que se preocuparon por mi sin conocerme y a aquellos que conociéndome no tuvieron el valor de acercarse, sepan bien que hoy un hombre inocente como tantas otras veces es presa fácil de un sistema podrido y viejo, me arrepiento de haber defendido tantas causas injustas, si señores, ojala nunca hubieran cruzado en mi camino políticos, doctores, hijos de papis pederastas y traficantes de menores, ojala apreciable gobernador nunca hubiera venido a mi pidiendo un chivo expiatorio por los muertos en aquel barrio pobre, ahora me arrepiento de haber llenado mis manos de mierda que nunca podría según yo embarrarme, sepan que ya no temo por mi muerte, pues este fabuloso sistema me mato en vida, con su justicia ciega, con sus pruebas contundentes, con sus comandantes eficaces y sus métodos avanzados; perdónenme todos aquellos que por mi culpa perdieron lo único que vale en este mundo: la libertad y la honra, sepan todos ustedes que yo Víctor Manuel Tamayo soy un desgraciado al que la vida misma parece haberse encargado de poner en su lugar"
Dicho esto T se cayo desmayado, su cuerpo no había soportado la presión de saberse perdido; cuando despertó estaba ya en el reclusorio, le habían asignado un numero de reo y una celda que tendría que compartir con otro asesino, con un verdadero asesino pero como el mismo había dicho, ya no temía por su vida así que pareció importarle muy poco.
Allí mismo supo que sus bienes personales habían pasado a ser designados a sus hijos y siendo estos menores de edad les habían asignado como administrador a su madre, a Sofía.
Justo cuando sus pensamientos se centraban en ella, apareció en el lugar, provocando que T se pusiera furioso y que los celadores del lugar tuvieran que tranquilizarlo advirtiéndole que si no se controlaba no solo le negarían la visita sino que se haría merecedor a una semana en una celda de castigo.
Cuando Víctor logro calmarse, pudieron comenzar sus preguntas, ¿Por que nunca apareciste?, ¿Donde están los niños? ¿A que vienes hasta ahora? ¿Acaso me odias tanto?
Sofía, con la misma calma con la que había llegado, comenzó a hablar:
Vine hasta ahora por que no hay nada mejor que ver como estas hundido, preguntas que si te odio, y te respondo que lo hago desde hace mucho tiempo, exactamente desde aquel día en que descubrí tu relación con aquella mujer, o acaso me creías tan tonta para no ver tus salidas repentinas por negocios, tus mensajes en las bolsas de los sacos, tu olor a sexo, tu despreciable aroma después de revolcarte con ella.
Creías a caso que solo tu podrías hacerlo, por eso me negaba a dormir contigo, a tocarte, a entregarte mi cuerpo, por que yo también encontré a alguien que llenara el vació que dejabas cada noche, alguien que me hizo sentir que valía la pena el amor, alguien a quien no le importan las poses, ni el que dirán, ni mucho menos su lugar en una sociedad llena de hipócritas, o negaras que son hipócritas cuando ninguna de tus perfectas amistades pudo aparecerse para ayudarte.
T, interrumpió, tienes razón Sofía, este mundo esta lleno de hipócritas, allí esta Javier solo se digno a aparecerse el día del juicio y así como llego sin decir palabras se dio la vuelta como si no le importara; Le importabas y mucho-interrumpió Sofía- le insistí que no se acercara pero su nobleza le hizo acudir a ver si podías salir bien librado.
¿Le insististe?-pregunto confundido Víctor, ¿tu por que habrías de prohibirle algo?
Por que en el encontré lo que tu habías dejado, si, por mucho que te sorprenda, tu amigo fiel, fue el que me saco de la depresión, el que me ofreció primero su mano y después su amor, por eso no se apareció en ningún momento, por eso tanta limpieza, tanta exactitud, en el asesinato de esa zorra, el puso la técnica, yo la saña y los elementos que te inculparan, además nos encargamos de que Torres fuera el primero en enterarse del asesinato, y que fuera también el primero en descubrí las pruebas que sembramos, pues Javier sabia bien de sus viejas rencillas, así que no seria difícil para el hacerte caer.
T se desvaneció, por fin entendía como habían sucedido las cosas, por fin entendía hasta donde puede llegar un pequeño engaño.
Fin

miércoles, 18 de mayo de 2011

prueba desde tablet android

este negro se moderniza y esta llevando a cabo una prueba de escritur desde blogger android. asi podre ya escribir mis locurs y demas desde el lugar donde me encuentre y claro, donde haya una wi fi disponible.chitoooo :)
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miércoles, 11 de mayo de 2011

Eres- 5 de 34 (Paréntesis)

Instrucciones de uso: Colóquese en medio de cualquier poesía, y espere los resultados
Eres una necesidad,
casi un vicio,
eres la cruz que busco entre las penumbras,
Eres el orgasmo y la tinta,
la mejilla y el muslo suave,
la caricia y el dulce beso.
Eres la resureccion en una falsa muerte,
Eres la mas cierta de mis esperanzas;

Yo contigo me Volví poeta 4 de 34

Contigo me volví poeta
y tu conmigo te volviste indispensable,
y por eso andamos siempre buscándonos,
al salir a las labores o al hablar con otras gentes;
Por eso cuando no estas conmigo suelo ser un tipo raro,
y me siento como el preso
que extraña su grillete después de haber sido liberado.

Por eso nadie entiende que al estar juntos caminemos por ahí sin dejar huella,
dejando que el mundo ruede, mientras las puritanas de tus tías dicen con voz de loro
"Cuanto es que su pequeña niña ha cambiado"
Pero que saben ellas de amor,
cuando jamas han visto arder la nieve,
cuando han buscado una esperanza inexistente envuelta en un rosario.

A ellas no les llegara lo que tu y yo tenemos,
ellas no probaran nunca,para su desgracia
 la deliciosa reyerta que significa estar enamorado.

lunes, 9 de mayo de 2011

Con M de mujer, con M de madre

Mi madre es una madre normal,

como todas las demas de mis amigos,
ella no es super especial,
ella no es del otro mundo;
 
Ella, mi madre,
solo se levanta a las 6 de la mañana para prepar el cafe, y el desayuno,
ademas de organizar la casa,
 remendar algunas calcetas y en ocasiones hasta algun corazon roto.
 
Ella, mi madre, es una simple madre,
de esas que saben escuchar como los amigos,
de esas que aprenden a jugar en el playstation,
de esas que dicen las cosas que han de pasar
 
!!He increiblemente pasan!!
 
Ella,mi madre,
es comun y corriente;
y solo sabe algunas cuantas cosas de botanica,
de matematica del hogar,
de arquitectura,
de politica,
de deportes,
de medicina,
de psicologia,
de idiomas,
de improperios,
de albures,
y por increible que parezca,
!!Hasta sabe computacion!!,
 
Mi madre, es normal,
igual a las demas,
por que tiene un corazon fuerte,
unas manos igual de constructivas que las de otras,
y su memoria es tan olvidadiza, que es capaz de decirme la hora exacta en que me trajo al mundo.
 
Si señores;
ella,mi madre,
es una mama como las otras.
 
!!Pero para mi es como ninguna!!

Carta a mi Madre

Cuando era niño lleve a cabo una búsqueda implacable, implacable para mi edad y mis recursos,
me dispuse a la corta edad de siete años, encontrar a mi héroe perfecto, al mas valeroso y al mas arrojado, busque presa de mi niñez e inexperiencia, primero, que tuviera un traje atractivo a la vista, que fuera resistente y que de solo traerlo puesto sus malhechores  rivales se sintieras morir del miedo, segundo que tuviera un poder especial que lo sacara de apuros cuando lo necesitara  y tercero que consiguiera siempre a la chica mas linda.
Asi fue como fui descartando a ciertos superheroes; De superman no me gustaba que usara los calzones de fuera pues se me hacia poco varonil, de Batman odiaba que fura tan alzado cuando era el millonario Bruno Diaz y de Spiderman siempre sentí un poco de desprecio cuando termino peleando con su mejor amigo.
Asi que pasaban los años y yo seguía sin encontrar al indicado.


               Años después llego a la televisión mexicana una seria llamada los super campeones, que trataba de fútbol y un niño llamado oliver que era el mero papas fritas de la serie, metiendo goles imposibles que yo intentaba sin lograrlo, pero por desgracia cuando creí que el era perfecto y que mi búsqueda habia llegado a su fin, los malévolos productores se encargaron de derrumbar todo en el ultimo capitulo, rompiendo la ilusión y mostrando que oliver era en realidad un niño sin piernas y que todo lo que pasaba eran sus sueños. (Que poca madre)

Y asi pasaron mas años y mas caricaturas, cómics, revistas, libros y no encontraba en nadie lo que estaba buscando y tuve siempre frente a mis ojos.

La vida me llevo a que con menos de 24 años abandonara mi casa para empezar un proyecto de vida, y alli me di cuenta de todo.

Yo siempre busque a un héroe con una gran vestimenta, con grandes poderes y un gran corazón capaz de conquistarlo todo, pero pocas veces voltee a ver a esa mujer que siempre se ve genial tuviera puesto lo que fuera por que su sonrisa era la mejor prenda que Dios pudo haberle dado.
Yo busca poderes extraordinarios y viví con alguien que es capaz de despertar a las cinco de la mañana, hacer el desayuno, planchar, lavar y levantarme casi a rastras para que no me retrasara.
Viví con alguien que sabe de botánica, medicina, corte y confección, economía y administaracion, maldiciones, karate, playstation, psicología, magia, computación y hasta albures.

Hoy los años han pasado y ella se ve cada ves mas cansada, sus manos suelen no responderle y cuando eso sucede a su boca le da por maldecirlo todo, pero que mas da no, hasta los héroes de las revistas se han sentido de la chingada en algún momento.
Los años han pasado y ahora se tiñe el cabello cada ves mas seguido, ya usa lentes para ver de cerca y de lejos, su sonrisa sigue siendo linda a pesar de que ahora usa un puente y se ha vuelto menos tolerante cuando algo le molesta, pero ha aguantado lo que la vida le ha puesto enfrente, Por ejemplo la muerte de su padre, madre y hermana en un lapso relativamente corto o aquel problema neurológico que la detectaron según los doctores desde su nacimiento y que llevo a que le abrieran en dos la cabeza, pero ella aguanto y dos meses después estaba intentando poner orden en casa.
Hoy los años han pasado y yo ya no vivo con ella, pero siempre me recibe con los brazos abiertos y me regaña cuando no voy a visitarla, aun hoy en día, me mantiene a raya y me dice constantemente que no sea un cabrón con mi mujer , que no me agarre de los vicios, y que administre mis cuentas como se debe, la única diferencia entre sus consejos de antes y los de hoy, es que los tomo mas en cuenta, por que se lo que es estar desesperado por que las cosas se aprieten, se lo que es sentir en el pecho la sensación de que te digan que tal ves Tu madre pueda no salir de una sala de hospital con vida, y se lo que es que cada ves mas el tiempo cabrón le este pasando por encima.

Hoy  los años han pasado y me doy cuenta que mi búsqueda a cesado, por que tengo a un Héroe por madre, y a pesar de todo siempre a estado aquí para ayudarme, sin batiseñales o sentidos aracnidos, lo ha echo creo yo, por el simple amor de madre.

viernes, 6 de mayo de 2011

El amor en los tiempos modernos- 3 de 34

Sentada en un café de la plaza, 
toma agua y escribe un mensaje de texto,
suspira por cuarta vez y espera;
parece impaciente, 

parece cansada,
suspira de nuevo 

y vuelve a beber agua.
Voltea de nuevo y manda otro texto,
con otro suspiro acomoda su cabello.

Recibe respuesta,
paga la cuenta,
el no llegara,
de nada sirve la espera;
la chica camina,

camina  y voltea,
como si esperara que en la silla abandona 

hubiera respuestas.El amor en los tiempos modernos,
sigue sin avances, 
o al menos hasta que descubran como 
enviar lagrimas en un frio mensaje de texto.

*Nota mental. Jamas había usado una rima tan sencilla.....