Yo no necesito curarme de ti, al diablo con el tiempo, la abstinencia y soledad,
no deseo que te llegue una rosa en mi forzada ausencia,
solo necesito que en esta noche donde la luna se esconde,
tu nombre deje de retumbar por los rincones de esta casa.
Si no fueras tu, serias esperanza, o desesperación o distancia,
serias la sonrisa del destino, la bendición de la mañana,
serias lo que quisieras o lo que al Dios niño le hubiera venido en gana.
Serias para mí o para cualquiera,
y tus ojos se hubieran cruzado ya con otros como lo hicieron con los míos
y de tu pecho brotarían como manantiales,
las mismas palabras que dices cuando la soledad es nuestro cómplice.
Yo no necesito curarme de ti, por que quererte no es mucho, ni es poco,
es quererte, quererte desde la banca en que te sientas, quererte desde mi calle sucia, desde mi corazón aturdido, querer tus ojos grandes y tu cabello que inconscientemente beso.
Yo no necesito curarme de ti, por que quiero seguirte diciendo que te quiero
y solo tu lo entiendas, quiero seguirte besando sin que te enteres y esperando sin que me esperes.
Habrían mis pies de bajar a tu calle para buscarte
y mi boca traicionera poder así decirte las frases tontas de enamorados que ahora pienso.
