lunes, 13 de septiembre de 2010

Carta de Septiembre


Estoy aquí, sentado pensando que escribirte, algo que te provoque a ti una expresión de amor y a mi esa sensación de triunfo por haberlo logrado de nuevo, pero estoy aquí frente al computador sintiéndome terriblemente estupido, lanzando frases al aire esperando que la palabra olvido abandone mi cuerpo y me deje aun que sea a ritmo de caracolas decirte algo que te mueva el alma.
Yo se que en algún lugar, de algún extraño modo vendrán a mi las palabras que necesito, quizás dentro de esta selva que llamamos corazón, o de esos extraños modos tuyos que terminaron un día de noviembre por hacerme sentir el hombre mas afortunado se encuentre lo que el mundo de afamados e idolatrados poetas llaman inspiración.
Uno es poeta por usurpación mas que por destino, va el poeta robándose aquello que le gusta o que lo motiva, yo me he descubierto mirando a las parejas, viendo sus rostros iluminados y la forma dulcísimo que tienen hasta para mandarse al diablo.
Va el poeta robándole frases al tiempo y a la vida, uno mas que poeta es acomodador, lo arma todo como un pequeño rompecabezas que tiene pintado un cuadro, y el poeta se siente realizado y quiere enseñarle al mundo su obra magna aun que cabe señalar que en estos tiempos modernos donde ya nada sorprende, la poesía parece haberse quedado en el pasado.
Pero que va uno a hacerle, ¿Renunciar? ¿Entregarse a las nuevas formas de expresión? ¿Olvidarlo todo y empezar por componer para esos nuevos ritmos estridentes y descerebrados?
No lo creo, creo que uno debe seguir con la lucha por ser escuchado (o leído), con esa pequeña luz de esperanza de que algún día, el mundo regresara a las viejas formas para conquistar, para decir lo que se piensa.
¿Por que dicho todo esto?
No lo se, tal ves por que me resulto complicado escribirte un poema que te agradara  y termine llorándote mis penas.

"Nada es, nada se encuentra,
Yo muero y renazco en ti cada mañana,
Uno termina por dañar aquello que ama,
Lo hizo Dios con su hijo,
Es lo que hay, y de lo que hay se gasta,
Pero este amor, el que a mi ya no me cabe en el alma,
No tiene tregua, ni fecha de caducidad, ni calma,
Por que este amor, le dio sabor a mis besos,
Y mis manos una razón para no sentirse abandonadas."

1 comentario:

Fabs (Coordinadora) dijo...

Cesar... casi me haces llorar... me controlo porque estoy en al oficina, ja.
¡Excelente poeta!
Fabs