martes, 21 de septiembre de 2010

Auto análisis II

Paseando entre autobuses conducidos por gorilas,
o caminando por calles llenas de nadie,
me he dado cuenta que paso inadvertido,
soy invisible, y mi poesía es incompatible  para este mundo de sexo,
de sudor pegado, de programas de chismes y revistas de monitos.

He descubierto que solo soy cesar el estudiante,
el obrero, el hijo, (hijo de mis padres o del carajo).
A mi nadie ha de gritarme en las avenidas,
que soy un poeta decente o respetable,
por que  uno no nace con una etiqueta en la frente que lo distinga,
por que a nadie le interesa si este es el poema ciento y tantos,
y si con el entrego el corazón y termino llorando.

Por que hoy las mujeres buscan hombres y no letras,
aun que eso signifique un trato como de servidora de caricias (pero sin paga),
domingos de fútbol y el conformarse por que un día se diga quererlas.

¿Por que esta vida esta llena de toma de decisiones, 
de mendigas bifurcaciones,
de estupidas alegrías o sinsabores según se elija?
¿Por que no puedo ser dúo humano,
o de menos doblemente irresponsable?
¿Por que no puedo ser poeta y abogado?
¿Por que decidir entre sentir o sacarse el corazón por el oficio?

A mi no me importa ser un poeta ante ti que posiblemente tomes esto, como toma uno el higiénico de su casa.
Quiero ser poeta por que no puedo mantenerme en silencio,
y por todas las cosas que hay que decir y la boca cobarde se calla,
pero sobre todo, por el seguir contándome historias que solo yo mismo me crea.

“Uno puede sonreír todo el tiempo, y aun así seguir siendo el mismo hijo de perra”
William Shakespeare

No hay comentarios: