Y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna fue hecha toda como sangre.
Jorge no dejaba de pensar que esto que sucedía ya lo había vivido, la incertidumbre, después el miedo que después le dio paso a la incredulidad, incredulidad que daría paso a la desolación para finalmente llegar al triste éxodo, al retiro, al fin de un proceso para el que nunca se esta preparado.
Eso que sucedía, el ya lo había advertido, los síntomas tenían tiempo, pero los demás eran tan tontos(o tan narcisistas) que no eran capaces de verlo aun teniéndolo en frente, así que cuando todo sucedió solo el y algunos pocos estaban preparados.
Jorge lo sabia, ya lo había visto antes, y ya había intentado (al igual que antes) de alertar a los demás, escribía cartas, cantaba canciones, entregaba panfletos, describía cada una de las señales, pero a nadie le importaba lo que un loco pacifista pensara.
Todos decían que eso era una patraña, un cuento para asustar a los niños, ellos eran la raza superior, la raza pensante........pero también la raza mas terrible, destructora, estúpida y pueril que pudiera haber pisado la fas de la tierra.
Hasta que llego el día donde el desastre fue total, implacable, 90 segundos de demostración pura de la ira de Dios , 90 segundos del principio del fin, 90 segundos para querer hacer algo, 90 segundos para comprender que natura se purifica sin piedad.
Después de ese día todo fue una cadena de desgracias, destrucción, hambre, crisis, guerra, mas destrucción, mas guerra, el hombre siendo el lobo del hombre hasta llevarlo a su autodestrucción.
Jorge lo vio todo con tristeza, el plan perfecto había fallado, Dos mil y pico de años habían bastado para demostrar que lo peor que Dios pudo hacerle al hombre fue hacerle creer que estaba hecho a su imagen y semejanza por que eso lo había llevado a sentirse invencible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario