En ocasiones me siento como un merolico,
malbaratando mis palabras,
regateando con poemas baratos,
con escritos apócrifos,
con oraciones que medianamente sanan,
hablando sobre promesas viejas,
vendiéndote sueños de fama o fracasos de barata.
Y en otras tantas,
parezco yo ser el comprador
que pretende pagarte con billete chico aquel amor tuyo
que ni con todo el oro del mundo se paga.
1 comentario:
Es lindo descubrir que hay gente que piensa así.
Gracias por tu visita, volveré!
Publicar un comentario