Y que tal que la muerte a nosotros nos pele los dientes,
que este amor se vuelva eterno, y vayas tu por tus múltiples vidas recordándome entre sueños,
y que yo te lleve a ti por los siglos de los siglos entre los huesos
y en las noches de frío me cales como un dolor de muela
y termine llorando por la nostalgia de algo que no entienda.
Que tal que la humedad de este amor te persiga por la eternidad del siempre,
y que a mi esta resequedad después de todos tus besos me haga sangrar la boca inexplicablemente.
Que pinché miedo da de solo pensarlo.
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