Una de ella me enseño a odiar a Arjona, la otra a Enrique bunbury y la ultima (hermana mía por cierto) me reforzó la teoría de que Alejandro Fernández
Ellas se enojan y se burlan de mi por que dicen que escucho música de viejito, pero resulta que de pronto y salido como de ultratumba llegan a mi sonidos de Lupita Dalesio, rocío durcal, mecano, y cuantas madres mas auditivas salidas del país del comandante Fidel castro,(se me olvidaba señalar que una de ellas es de Cuba y se vino en lancha pero odia admitirlo.)
Ellas también pueden estar hablando abiertamente de sus cosas de mujeres, importándoles madres que yo me encuentre aquí, pero de la nada así como así se hablan en secreto por que les da pena que yo escuche, mira tu, no vaya a ser que se me olviden todas las cosas pasadas que han dicho en mi presencia y que en las noches me hacen sentir pesadillas.
Describiéndolas rápidamente y para acabar son mas o menos así:
La hija de Fidel, es necia como los indios, no le ganas una aun que tu ya tengas los pelos de la burra en la mano, suele decir dichos cubanos que creo solo yo entiendo, es cubano mexicana por que ya dice palabras como chingados, come chiles y a una de las mismas compañeras cuando no le hace caso suele decirle perra como la palabra mas natural del mundo.(Para mi desgracia es mi chalana y por mas que he intentado no puedo hacer que la corran)
Sandy (la amante de bunbury), es rara como ella sola, grita cuando habla y suele imitar a los cantantes que escucha, es asustona para todo, que si hablan de sexo se asusta, que si hablan de cochinadas se asusta, que si escucha una maldición proferida por mi sacrosanta boca me manda al infierno y se persigna, en fin, esta es como la Doña lucha que en todo trabajo debe de haber.
Y mi hermana, esa esta mas loca, pues a pesar de tener su oficina viene a echar gua guara aquí, y desayuna, come y chismea sin perder atención a que nuestro jefe la escuche, vive hablando de Alejandro Fernández, de sus dietas o de los detalles malos que encuentra en su persona, pero lo que mas me enoja es que venga a mi oficina solo y exclusivamente a comerse mis galletas.
Pinches viejas locas, si no fuera por ellas, por la paga, y los tacos de carne de chancho, el trabajar no tendrían sentido.
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