miércoles, 21 de diciembre de 2011

Un Mal amigo-23 de 34

Un mal amigo, llámame así de ahora en adelante,
por decirte lo que otros no se atreverían, 
por puteare como un maldito, 
por no jugar a ser condescendiente 
cuando esperabas lastima o comprensión 
sabiendo bien que no la necesitas;
por que en lugar de un hombro para llorar 
he exigido que abras mejor los ojos 
y te encuentres los motivos para seguir.

Por todas esas tardes sentados sin haberte dicho una palabra, 
por la eterna deuda del tiempo, 
por la impaciencia que me caracteriza, 
por la burla o el enojo, 
o el distanciamiento cuando las dudas me nublan.

Un mal amigo, que ha jugado a ser un duro,
un mal amigo al que le falta la ternura, 
para decirte que contigo el camino es mas ameno, 
divertido y hasta inseguro, 
pero ni loco cambiaría de travesía, 
por haber estado siempre tu de copiloto.

Mal, amigo, así he de llamarte también ahora.

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