Inexplicablemente el señor conejo había sido detenido la noche de anoche,
Su reacción no fue la que esperaban los policías cangrejos,
El se mostró pasivo y en algunos momentos raro,
Confeso de manera calmada su crimen,
No pidió hacer la llamada a su abogado el buitre,
Y dijo que solo esperaba que los puercos cocineros supieran hacer sopa decente en la cárcel.
Y es que desde hacia días, estaba irritable,
Pues esa estupida manía del mago de sacarlo a tirones del sombrero sin antes consultar sobre lo que el estaba haciendo lo había llevado a pegarle un tiro al aprendiz ese.
No hay comentarios:
Publicar un comentario